Octubre 27, 2015 oktopus

Biohacking

Unos de los estudios de nuevos campos que me atrae poderosamente la atención es el de la biología. Esta disciplina se nutre directamente de otras muchas como la neurociencia,  la informática, la sociología y la filosofía

Para ponernos en contexto, hay que aceptar que el entendimiento de la naturaleza que nos rodea y nos hace ser quienes somos está llegando a un punto en el que somos capaces ya no solo de comprenderlo, sino de modificarlo a nuestro antojo.

Igual que pasó con la informática a principios de los años 70, ese entendimiento nos lleva a la simplificación y optimización de recursos, a buscar los elementos mínimos que permiten utilizar la biología para realizar cosas que no están programadas de antemano.

Es en este escenario donde surgen movimientos tan interesantes como el biohacking, que tiene casi tanto de biología como de informática, en tanto en cuanto aplica los principios que rigen el mundo electrónico a componentes biológicos. Hereda además esa máxima del hacking, que no es otra que acercar el conocimiento al resto de la sociedad, a democratizar su explotación, y lo hace gracias a la bajada de precios del hardware, en especial de esos PCR (termociclador en español), herramienta básica de cualquier biohacker.

El biohacking se basa en utilizar cálculos para simplificar el proceso biológico, y unir elementos como si de plugins y extensiones se tratase, aplicado a la biología. Tenemos el hardware, ahora tocará reprogramar esos componentes biológicos para que realicen funciones específicas. Unirlos a otros para formar sistemas y en definitiva, crear plataformas que den solución a problemas planteados con anterioridad.

El Proyecto Genoma Humano trabajar con ADN se haya vuelvo plausible en un entorno alejado del laboratorio y los grandes presupuestos de las farmacéuticas.

el BossLab (EN) montado por un joven de Boston con los ahorros familiares es un claro ejemplo donde los biohackers se unen de forma amateur para hackear sistemas biológicos.

O el 12047079_1635621050030794_1228185086866400300_nanálisis de tecnologías emergentes, sobre los retos a los que debe enfrentarse el biohacking (EN).

También me llaman la atención los problemas que entraña respecto a la seguridad y legislación, que a día de hoy está por la labor de prohibirlo, aludiendo a ese hipotético uso del biohacking para crear armas biológicas de gran virulencia. Proyectos abiertos como el de GenoTHREAT (EN), del Instituto de Bioinformática de Virginia Tech, así como el uso del sentido común (es muy difícil mejorar la letalidad de la propia naturaleza), podrían arrojar luz a un movimiento que recupera los valores de la vieja guardia, y que todavía no se ha vuelto un negocio, afortunadamente.